miércoles, 1 de abril de 2009

ETIQUETAS QUE DUELEN





Cada niño se caracteriza por algo diferente, sin embargo, existen niños hiperactivos, a los que la sociedad los clasifica como aquellos niños que poseen las siguientes características: parece todo un remolino en movimiento, platica todo el tiempo, no presta atención cuando habla la profesora, es adorable pero desafiante, y cuyos padres se ven agotados, tristes y terriblemente confundidos.

Es tan grande el parecido que se extiende en sus respuestas al requisitar las señas de identidad:
“En la escuela en donde está lo regañan todo el tiempo, ya no quiere ir; la educadora me dice que no pone atención, que se levanta constantemente de su lugar, que invita al grupo al desorden, que sus compañeros se quejan de él porque es agresivo y peleonero, que tengo que llevarlo al psicólogo.”


En ese momento a los padres se les hace un nudo en la garganta, o bien sueltan en llanto:
“La familia me dice que no me preocupe, que se trata simplemente de que está consentido, que yo era igual, que nunca fui buena para el estudio, que no le tienen paciencia; mi esposo se enoja conmigo, me dice que hace falta disciplina, contantemente hace referencia a mi incapacidad para sacarlo adelante y educarlo, y yo, francamente, ya no se qué hacer…”
Obviamente, el niño se va haciendo chiquito al escuchar todo esto y ese remolino se cubre en polvo, su rostro se pinta de vergüenza y su tono muscular, que nunca miente, expresa una gran tristeza por no entender el porqué de tantas etiquetas que le duelen y no quiere tener.


Los niños hiperactivos carecen de autoestima, ya que a pesar de su corta edad ya cargan con una cruz llena de etiquetas que pesan mucho más que ellos:
“Mis papás y mis maestros me dicen que soy una cabra”; “haré lo que sea, pero ya no quiero ser tonto”; “yo no tengo amigos porque dicen que soy grosero”; “Mi maestra dice que soy muy buena para armar rompecabezas, quizá por eso le rompo la cabeza a ella”; “mis papás se pelean por mi culpa”, son sólo algunos de los comentarios que lastiman y se quedan grabados en la mente de los niños hiperactivos.


Muñiz, Rosario "BITÁCORA TDAH", México 2007. Aguilar

2 comentarios:

  1. es una lastima que juguemos de esa manera con la autoestima de los pequeños y más cuando tienen un problema tan severo que en vez de ayudarles les afecta más. Buen trabajo!!!

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  2. La falta de imformación propicia que se emitan juicios que etiquetan a los niños, y este fenómeno no sólo ocurre con niños con TDAH sino en genal con alumnos que presentan algún tipo de NEE. El estar actualizados e informados evitara decir algo que marque para toda la vida a las personas.

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